miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿Qué son las Leónidas?

Se pueden observar meteoros, conocidos también como estrellas fugaces, todas las noches. Pero periódicamente la Tierra se acerca o cruza una banda de estas partículas, y entonces se produce una lluvia. Las Leónidas son una lluvia de meteoros qu e se extiende entre el 14 y 21 de noviembre, todos los años, y tiene su máximo alrededor del 17.


Radiante

Esta lluvia se llama las Leónidas, porque los meteoros parecen provenir de un punto en la constelación de Leo. Otros ejemplos del efecto de radiante en la naturaleza . En años regulares (cuando no ocurre una tormenta) se han visto alrededor de 10 a 15 meteoros por hora, en todo el cielo y bajo condiciones perfectas.

El tamaño de las partículas (meteoroides) oscila entre un grano de arena y un frijol.

Foto
Esta foto, retocada con líneas imaginarias para mostrar mejor la constelación de Leo, fue tomada el 18 de noviembre del 2001, y presenta tres meteoros saliendo en direcciones opuestas, evidenciando la radiante. Robert M. Sandy , Roanoke, Virginia.

¿Qué se puede esperar ver?

Los meteoroides al entrar en la atmósfera se consumen, produciendo breves rastros de luz en movimiento (meteoros). Algunos meteoros se mueven más rápido que otros y su composición varía, con lo cual también el color del rastro. Las Leónidas son de los meteoros más rápidos y dejan muchos rastros. Cuando entran en la atmósfera terrestre viajan a 71 km/s. Además de ser rápidas, las Leónidas contienen un número alto de meteoros muy brillantes, que pueden dejar rastros desde segundos, hasta varios minutos. Los rastros son blanco azulado y los más rápidos tienen tonalidad verdosa.

Foto
Foto con cámara fija sobre trípode. Varios meteoros cruzan el fondo de estrellas, que aparecen como rayas paralelas. Leónidas, Nov.2001, Michael Vasseur y Pierre Martin , West Virginia, EE.UU.


¿De dónde vienen?

Los cometas están compuestos de hielo y polvo. Cada vez que un cometa se acerca al sol, el hielo se sublima y libera las partículas. Algunas llegan a fracturarse y romperse en pedazos, efecto del incremento de temperatura (Comet 57P, Shoemaker-Levy 9). Eventualmente el polvo se distribuye completamente alrededor de la órbita del cometa. Cuando la Tierra cruza o se acerca a una de estas franjas, entonces se produce una lluvia de meteoros y, en casos muy especiales, una tormenta de más de miles por hora.

Foto
La órbita del chorro de Leónidas se muestra como una elipse roja. Esta órbita se extiende hasta la órbita del planeta Urano y las partículas, al igual que el cometa, toman alrededor de 33 años en hacer una vuelta completa alrededor del sol. El chorro fue producido por el cometa Tempel Tuttle. (Imagen producida con el programa Voyager II)
Animación de Science@NASA
producida por Digital radiance, Inc.



Para este año las predicciones están entre 20 meteoros por hora (puede haber picos muy intensos el día 17). Tabla de predicción para 2009:

Actividad: Noviembre 10 - 21
Máximo: Noviembre 17; 15:10 TU
THZ100+
Radiante: a = 152° ; d = +22° (Leo)
velocidad71 km/s

Foto

domingo, 5 de septiembre de 2010

AULA TÉCNICA

Los cuerpos más distantes del universo no pueden verse a simple vista con facilidad. Solo algunas galaxias, por su cercanía y luminosidad, pueden ser detectadas sin ayuda de instrumental. Es el caso de la galaxia de Andrómeda, y sobre todo, el de las dos nubes de Magallanes, que se perciben a simple vista como un núcleo más una mancha difusa alargada. Cada galaxia está formada por miles de millones de estrellas, gas y polvo. En una noche clara de verano, podemos distinguir desde el interior de nuestra galaxia una franja más densa a la que denominamos Vía Láctea. Mirando fijamente en su interior, podemos observar miles de estrellas. Entre estas surgen cúmulos cuya formación fue común. Por su composición química, por su temperatura de color, se clasifican en estrellas jóvenes y viejas. Las primeras nacen en una época donde predominan elementos pesados, y las segundas están compuestas sobretodo de helio e hidrógeno. El color de cada estrella está en función de su composición, su temperatura de color y su tiempo de vida. Dependiendo del nivel de luminosidad, los astros se clasifican en magnitud 1, 3, 7, 8,... siendo más luminosas las de magnitud menor. De las nubes que forman una estrella surgen nuevas condensaciones, que giran alrededor de esta a las que llamamos planetas. Estas a su vez tienen pequeños astros girando que son los satélites, asteroides captados por la fuerza de la gravedad, y partículas y restos no externos de la nube inicial a los que llamamos cometas. Los más llamativos a simple vista son la luna, Venus, y las tan observadas estrellas fugaces.

La Luna que no rota con relación a la tierra, siempre nos ofrece la misma cara. Es llena cuando está opuesta al sol, aunque este no es el mejor momento para observarla, ya que nos ofrece una imagen plana sin sombras. Cuando la iluminación es tangencial se observa claramente las montañas y cráteres de nuestro satélite. Esto ocurre nueve días después de la Luna Nueva.
Venus, "El Lucero del Alba", es visible durante bastante tiempo en dirección a poniente, y en la madrugada dirección oriente. Por su gran luminosidad puede ser visto a la luz del día si no se sitia cercano al sol.
Los cometas son, probablemente, uno de los fenómenos más espectaculares. Las partículas que rodean el núcleo del cometa se acercan al sol por la acción del viento solar, dando lugar a espectaculares colas. Cuando se hace visible a simple vista un cometa puede cubrir bastantes grados de la bóveda celeste. Es entonces cuando una cámara fotográfica con un teleobjetivo es el instrumento idóneo para retratarlo. La fragmentación del cometa y su pérdida de masa es atraída por la gravedad de los planetas dando lugar a espectaculares lluvias de estrellas. Las partículas de gas y polvo de nuestra atmósfera ofrecen resistencia a estos fragmentos, produciendo un crecimiento muy elevado de su temperatura hasta desintegrarse. Muchos fragmentos de un mismo cometa forman un enjambre. Las estrellas fugaces de un enjambre, por el efecto de la perspectiva, convergen en una misma parcela del cielo dando lugar a las lluvias de estrellas.
En el cielo de la noche hay que distinguir dos tipos de astros, los que se mueven y los que no. Los que se mueven pertenecen a nuestro sistema solar. Los astros fijos, los ordenamos en mapas como constelaciones o parcelas de cielo. Dentro de cada parcela se hace destacar las estrellas más brillantes mediante grafismos lineales. Los astros fijos se mueven de este a oeste por el movimiento de la tierra. La bóveda celeste tiene un eje de rotación, y por tanto, dos polos que son la prolongación del eje de la tierra. Es allí donde podemos encontrar la famosa estrella Polar, en el final de la cola de la constelación de la Osa Menor.